Hay agrupaciones que en sí mismas son sinónimo de excelencia y calidad en directo. Cualquier conocedor (y porque no, algunos que distan de serlo) sabe perfectamente que si acude a uno de sus conciertos hay una muy baja (por no decir inexistente) posibilidad de salir desencantado o arrepentido por haber asistido al evento. Sin lugar a dudas Y&T es uno de esos grupos.
El cuarteto americano con cada visita que realiza a España no hace más que reafirmar que todos los logros conseguidos en su amplia historia, con el leal apoyo de sus seguidores y el respeto que aún inspiran entre sus pares, confirman que su permanencia y eficacia no es algo casual, pasajero o esporádico sino todo lo contrario. Dave Meniketti y su gente llevan ya cuarenta y cinco años luchando, ciertamente con suerte algo dispar, para mantener y consolidar una posición que hoy es casi de privilegio en el mundillo del rock. El inexorable paso del tiempo y una actitud de trabajo inquebrantable los ha convertido en verdaderas leyendas y todavía siguen dando muestras de sobrada calidad.
Ante una sala repleta, y muy puntualmente, el cuarteto de San Francisco arrancó su presentación con una fuerza, elegancia y potencia que solo un tema como “Hurricane” puede evidenciar. Sonando impecablemente, sin fisuras y visiblemente disfrutando del escenario, Y&T consiguieron nuevamente encender a todos los presentes con verdaderos himnos como “Mean Streak”, “Midnight in Tokyo”, “Black Tiger”, “Dont Stop Running” o “I Believe in You”. Tanto Mike Vanderhule en la batería y el ya totalmente acoplado Aaron Leigh en el bajo sirven de firme columna rítmica para que John Nyman se atreva audazmente a competir con su guitarra contra el mismísimo Dave Meniketti que con su emotiva y todavía increíble forma de tocar, sumándole a cada tema su emocional voz, consiguen en conjunto elevar composiciones como “Rescue Me”, “Contagious”, “I Want Your Money”, “Face like an Angel” o la incombustible “Forever” a niveles inesperados.
Por lo menos incluyeron un tema de cada una de sus producciones de estudio y de esta manera festejar los 45 años de una carrera que ha tenido sus altibajos pero que nunca derivó por los caminos de la intranscendencia o dejadez musical. Mucho para destacar y nada para reprochar. De esta manera es palpable que Y&T logra presentación tras presentación, año tras año, seguir ganándole la pulseada a quienes quizás sean sus rivales más temibles: su propio e ilustre pasado y su bien ganada fama en vivo y directo.
Texto: Javier Izurieta
Fotos: Mariano Crespo
Force Magazine (Hard & Heavy)