A pesar de los importantes cambios en su alineación y que las perspectivas de futuro no parecían demasiado positivas, se puede afirmar que el pasado año 2019 ha sido particularmente importante y significativo para la agrupación británica INGLORIOUS si tomamos en cuenta la historia global del grupo.
El éxito o reconocimiento inicial que tuvieron a nivel europeo con su álbum debut, al pasar los años, se fue acentuando hasta convertirlos en una agrupación con un sonido muy propio e identificable.
Con la edición de su última producción titulada “Ride to Nowhere”, el quinteto ha logrado, por lo menos, subirse casi de polizontes al tren de agrupaciones que desarrollan como estilo un rock muy clásico, contundente, tremendamente inglés, fuerte pero siempre respetando las premisas esenciales del género como lo son las melodías, un buen cantante y guitarras aguerridas, tan solo por citar algunas características que tan bien iniciaron grupos pioneros como Bad Company, Foghat y hasta Led Zeppelin o aquel primer y recordado Whitesnake, además de ciertos toques del rock sureño más duro y directo. Lo cierto es que méritos no les faltan para aspirar a un lugar un poco más relevante entre pares como los veteranos Thunder, los más recientes The Treatment o The Answer y si evaluamos el trabajo antes mencionado, éste sinceramente merece más promoción y atención por parte de los seguidores del mejor hard rock clásico.
Tratando de no bajar los brazos, Inglorious se embarcaron en una serie de presentaciones a nivel europeo, una de las cuales tuvo lugar en Madrid. De la mano del estupendo vocalista Nathan James quien junto al batería Phil Beaver son los únicos miembros originales de la agrupación, el grupo inglés tomó el escenario decididamente transmitiendo lo que seguramente es una constante en sus presentaciones: ante todo honestidad. Sin deslumbrar ni apabullar con aparentes virtuosismos, el grupo comandado por James arrancó con “Where Are You Now?” un setlist que, básicamente, estuvo conformado por canciones representativas de su catálogo como “Time to Go”, “Holy Water”, “Liar”, “I Dont Know You” o “Warning” entre otras.
La compacta base rítmica que forman Beaver en la batería y Vinnie Colla en el bajo, sin dudas ayudan a Inglorious a mantenerse en pie a lo largo de todo el concierto. Los nuevos guitarristas Danny Dela Cruz y Dan Stevens cumplen sus respectivas tareas sin sobresaltos. La tarea vocal de Nathan James es sencillamente magistral, siendo posiblemente uno de los mejores cantantes que la escena del rock de verdad ha ofrecido en los últimos años.
Con un sonido muy compacto el grupo consiguió, basándose en canciones extraídas de sus 3 producciones de estudio, enganchar a todos los presentes de manera constante.
Párrafo aparte merecen la muy emotiva versión del tema “Uninvited” de Alanis Morissette en donde el asombroso vocalista emocionó a más de un desprevenido oyente y el último sencillo desprendido de “Ride to Nowhere” la acústica y conmovedora “Glory Days”. Para finalizar “I Dont Need You Lovin” y “Until I Die” marcaron el punto y aparte para un concierto que sirvió para resaltar que Inglorious tiene mucho por decir a pesar de su conservador sonido.
En líneas generales la agrupación cumplió con lo que de antemano se esperaba de ellos, ni más ni menos, incluso superando en muchos aspectos su última presentación en Madrid. Veremos si un futuro nuevo álbum de estudio ayuda a consolidar la posición justamente ganada por el grupo en los últimos tiempos, por lo que no es desatinado esperar y ofrecerles el apoyo necesario para que la experiencia de verlos nuevamente en directo se repita.
Texto: Javier Izurieta
Fotos: Mariano Crespo
Force Magazine (Hard & Heavy)