En ocasiones se hace muy difícil tratar de reseñar un concierto cuando las circunstancias que rodean al mismo no son las óptimas. Y esa tarea se convierte en algo mucho más complejo si el grupo convocante es un verdadero referente en cuanto a calidad y solvencia, además de ser poseedor de una historia significativa.
Este es el caso del show que ALCATRAZZ ofreció en Madrid días atrás de septiembre
ALCATRAZZ•
Madrid (Shoko Live) • 07.09.2022
R.M. Concerts Promotions
A pesar de una muy buena organización previa, la publicación en octubre del 2021 de un álbum interesante titulado “V,” que respeta el prestigioso pasado del quinteto y que daba visos de que la banda podría llegar a sobreponerse a la pérdida de su emblemático cantante Graham Bonnet, reemplazado por el no menos solvente Doogie White, lo cierto es que, por los resultados del show, todo parece indicar que el futuro camino que les queda por recorrer se les hará muy cuesta arriba.
Después de una correcta presentación de la ya clásica banda femenina inglesa Girlschool y ante una muy baja asistencia de público que parece haber sido el detonante para que, desde el primer acorde, el grupo completo (pero en especial White), pareciera algo desanimado, los músicos subieron a escena y a pesar de la frialdad que representa una sala casi vacía, trataron de llevar adelante el concierto de la mejor manera posible. Pero en lo que se refiere a lo estrictamente musical, con fuerza, excelente sonido, solvencia y profesionalidad el quinteto desplegó un set de canciones que en cierto sentido también desorientó a todos los presentes.
Esto significa que el 50% del total de los temas presentados fueron versiones. La inclusión de Doogie White como vocalista abrió la puerta para que composiciones del último álbum de estudio de Rainbow como “Ariel”, “Wolf to the Moon” o “Too Late for Tears” fueran de la partida, algunas correspondientes a su colaboración junto al brillante Michael Schenker como “Take Me to the Churh” o “Vigilante Man”, además de un merecido homenaje (lágrimas incluidas por parte de White) a grandes músicos desaparecidos como Cozy Powell, Ronnie James Dio o Jimmy Bain, interpretando el clásico de Rainbow “Temple of the King”. Como corolario, solo “Turn of the Wheel” y “Grace of God” que forman parte del álbum “V” y únicamente “Too Young To Die Too Drunk To Live”, “Jet to Jet” y “God Blessed Video”, clásicos absolutos del Alcatrazz original, se pudieron disfrutar en directo.
Está claro sustituir vocalmente a un cantante como Bonnet es muy complicado, pero también se hace problemático entender, sobre todo para un seguidor del grupo, que temas como “Island in the Sun”, “Hiroshima Mon Amour” o “General Hospital”, solo por señalar algunos, no formen parte del repertorio en directo del grupo.
En su versión 2022, la banda es muy sólida ya que la base rítmica conformada por el retornado bajista original Gary Shea y Larry Patterson en la batería más el estupendo guitarrista Joe Stump sumándose, además, el también miembro fundador de Alcatrazz, Jimmy Waldo tras los teclados, cumplen sus tareas sin reproches, aunque se les nota lidiando y tratando, consiguiéndolo en escasos momentos, de capturar la magia e interesantes sensaciones que con Bonnet tras el micrófono lograban producir. Doogie White lucha por imprimir su estilo y capacidades vocales a los temas más conocidos del Alcatrazz y que con su voz suenan decididamente distintos. Lo que sucede es que, sencillamente, estas canciones fueron compuestas y grabadas en su momento por un vocalista como muy pocos, casi inimitable, y esto no es menoscabar las capacidades de White como cantante.
A pesar de la eficaz tarea de Waldo completando una sutil base en el sonido del grupo con sus teclados y un Stump inspirado y entregado en cada participación, convirtiéndole en el reemplazo más eficaz para llegar a la talla de los guitarristas con los que Alcatrazz trabajó en el pasado, el grupo parece batallar continuamente con la sombra de un pasado glorioso y un presente al que por ahora las cosas sobre el escenario no parecen terminar de cuadrarle.
Por lo visto y oído todo apunta a que Alcatrazz y Graham Bonnet parecen ser sinónimos indiscutibles, elementos indivisibles, como lo son también Whitesnake y Coverdale, Magnum y Catley o Kiss y Stanley, esto indica que, por los resultados obtenidos del concierto, tanto a nivel convocatoria como musicalmente, esta teoría se confirma ampliamente.
Texto: Javier Izurieta
Fotos: Mariano Crespo
Force Magazine (Hard & Heavy)