Nueva visita del vocalista Jeff Scott Soto, en esta ocasión para presentar lo que meses atrás fue el tercer LP que publicaba como S.O.T.O., Origami, una apuesta más heavy que lo que muestra en solitario; y lo hacía rodeado de los músicos que desde hace tiempo le vienen acompañando: el español Jorge Salán (guitarra), BJ (guitarra), Edu Cominato (batería) y Tony Dickinson (bajo), siendo este último la incorporación más reciente, sustituyendo al fallecido David Z, al que recordaron a lo largo de la actuación.
Jeff Scott Soto es sabedor de que los seguidores de su vertiente mas melódica no han llegado a encajar lo que ofrece en S.O.T.O. y quizá por ello sus conciertos no sólo se ciñen a este apartado de su música, sino que también aprovecha para deleitar a los presentes con material de su carrera en solitario, versiones y temas de otros grupos en los que ha trabajado, tales como W.E.T., Talisman o de Steel Dragon, de la BSO de la película Rock Star; que fueron también recibidos con agrado por los presentes, aunque tal agrado fue menor que el mostrado en otras ocasiones.
Comenzó la actuación con un tema de su reciente trabajo «Origami» el potente “Hypermania”, al que siguió “Freakshow”, del previo «Divak». Estos temas sonaron bajos –al parecer por no poder superar los 95 decibelios por quejas de los vecinos–; problema que parecía más o menos solucionado cuando le llegó el turno al medley “21st Century / Colour My XTC” (Talisman / JSS) y a “Drowning” (JSS); ambos coreados por el público; y aunque, como decimos, el sonido no era el idóneo, también notamos a Soto con la voz algo rasgada, algo por debajo de lo que siempre ha ofrecido, pero que con el desarrollo del concierto fue corrigiéndose, llegando a mostrar su calidad vocal.
De nuevo turno para S.O.T.O. con “Wrath” (Inside the Vertigo) y la heavy, con muy buenas melodías, “Weight of the World” (Divak), que dio paso a uno de los momentos más emotivos, y es que Soto recordó a su ex compañero al bajo, el fallecido David Z, al que le dedicó “Soul Divine” ante los aplausos de los asistentes. Intercalando presente y pasado llegaba “The Fall” (Origami), tema con un sonido más moderno, más duro, con un estribillo machacón a la vez que pegadizo; y vuelta al sonido más melódico de la mano del medley “What the Fire – Learn to Live Again – One Love”, de W.E.T., donde BJ tomó también el micrófono y, como en otras ocasiones, estuvo a la altura.
Y, al contrario de lo que suele decirse, después de la calma, vino la tormenta: la más que heavy y rápida “Origami” seguida de “Detonater”, una mezcla de heavy y hard rock; ambas de Origami. A continuación todo un clásico de su carrera en solitario: “Eye of Love”, cuyo comienzo fue a capela, y que aprovechó para recordar a su ex compañero, también fallecido, Marcel Jacob. Continuaron con un medley de versiones, ya habituales en sus conciertos, de “Frozen” (Madonna) y “Crazy” (Seal). Sin descanso, prosiguieron con otro clásico que nunca falta en sus conciertos “I’ll be Waiting” (Talisman), que funciona a la perfección.
Si de medleys hemos venido hablando, aún quedaban y sonaban retazos de clásicos de Mr. Big, Deep Purple, Judas Priest e Iron Maiden; para continuar con versiones, en esta ocasión de Steel Dragon: “Living the Life” y “Stand Up”, que tocaron acompañados en el escenario por Kevin Volken (Big Clyde) y Peter Hallden (JD Miller), que subieron a cantar a modo de fin de fiesta.
Un concierto que fue de menos a más.
Texto: Mariano Crespo
Fotos: Javier Izurieta
Force Magazine (Hard & Heavy)