Cuatro años han tardado GLORYHAMMER en sacar su tercer álbum, y por fin los teníamos de vuelta en la nuestro para presentarnos su nueva obra.
Gloryhammer son una de las bandas llamadas a ser abanderadas del metal europeo en los próximos años, aprovechando el relevo generacional que inevitablemente tiene que producirse, y si bien en estudio han mantenido el nivel con el nuevo álbum, en directo, pese a ser un buen grupo, se han quedado estancados, lo cual no dice mucho a su favor.
Esto es así porque mientras otras bandas se esfuerzan en hacer que el grupo ofrezca algo diferente en cada gira, siempre dentro de las posibilidades de la banda y de los lugares dónde actúen, Gloryhammer se han limitado a repetir el mismo concierto que ya dieron hace 2 años, con el único cambio de la introducción de los temas nuevos que lógicamente, tenían que introducir. Y es que repetir los mismos chistes, las mismas introducciones, el mismo número de la cerveza, el goblin y el martillo, coger el mismo guión de la gira anterior y no cambiar una coma es como ver una película repetida, puede estar muy bien hecha, que lo está, y pueden ser muy buenas canciones, que lo son, pero ya lo hemos visto, y eso no vale. Eso hecha por tierra todo el trabajo. Si se quiere crecer, hay que trabajárselo, sólo hay que ver a Sabaton por ejemplo, en cada gira han introducido algún cambio, en el escenario, en pirotecnia, en vestuario…. Y el crecimiento ha sido palpable, pero en el caso de Gloryhammer, la audiencia que nos dimos cita en la sala Mon, éramos los mismos que la vez anterior.
Dicho esto, el concierto empezó de modo gracioso con una efigie de Tom Jones y sonando su archiconocido “Delilah”, para acto seguido saltar la banda a escena vestidos con su indumentaria habitual y comenzar su descarga con “Gloryhammer” y “Angus McFife”, seguidos de “Magic Dragon”, “Land of Unicorns”, “Questlords of Inverness, Ride to the galactic Fortress”, “The Hollywood Hootsman”, “Goblin King of the darkstorm Galaxy”, “Legend of the Astral Hammer”, “Masters of the Galaxy”, “Hootsforce” con la que se tomaron un respiro y al poco tiempo volver con “Rise of the chaos Wizards”, el hit “Universe on Fire” y “The unicorn invasion of Dundee”, con la que se despidieron tras hora y media de concierto.
Un buen sonido, y una buena selección de temas del ultimo disco fueron lo mejor del concierto, al igual que la audiencia, y es que los fans de Gloryhammer son de los más entregados que últimamente he tenido oportunidad de ver, algunos de ellos disfrazados de la temática de la banda, lo cual el grupo debe agradecer, y no limitarse a repetirse y caer en la autocomplacencia con lo conseguido. A tiempo están, esperemos que en una próxima venida, la película cambie un poquito.
Texto: Luis Lanchas
Fotos: Mariano Crespo
Force Magazine (Hard & Heavy)