Crónica ACCEPT + THE IRON MAIDENS

A las 21:00h salía al escenario una de las bandas alemanas clásicas por excelencia, ACCEPT, aunque para ser sinceros, y con la sangría de miembros de la formación clásica que ha ido dejando por el camino Wolf Hoffmann, y es que ya sólo queda él, esta encarnación de la banda podría llamarse Wolf Hoffmann’s Accept, formada, eso sí, por músicos excelentes y que suenan increíblemente bien.

Tras esta apreciación, y siempre que se esté dispuesto a aceptar esta propuesta, lo único que quedó por hacer fue disfrutar del concierto, y es que escuchar un buen puñado de clásicos de Accept acompañados por unos cuentos temazos de su última etapa no tiene desperdicio.

Con unas mamparas decorativas creando la serpiente de la portada del último cd “Too mean to die”, la banda se dispuso en el escenario con Christopher Williams a la batería elevada en el centro, flanqueada a cada lado por el bajista Martin Motnik y el guitarrista Uwe Lulis, subidos ambos en unas tarimas individuales que les daban algo más de presencia ya que están claramente relegados a un segundo plano para dejar todo el escenario para uso y disfrute del líder Wolf Hoffmann, que sigue teniendo una presencia escénica brutal y un magnetismo que pocos consiguen, cómo llena el escenario este artista!!, el cantante Mark Tornillo que a sus 68 añitos está en un estado increíble y la nueva incorporación en la persona de Philip Shouse, guitarrista de dilatada trayectoria (ex Blackfoot, Gene Siimmons Band / Ace Frehley / Lucifer – directos), al que le han dado un gran protagonismo en el show de la banda al que él responde con la actitud de una estrella del rock, haciendo suyos el escenario en multitud de ocasiones.

Comenzaron con “Zombie apocalypsse” y “Symphony of pain” del último y muy buen disco “Too mean to die”, y ya desde aquí intercalaron clásicos como “Restless and wild” y “Midnight mover”….. “The abyss” y “No shelter” nos llevaron al primer disco de la era Tornillo, el gran “Blood of the nations”, y de nuevo al último con “Overnight sensation”, para mí uno de los temas más descafeinados del álbum que en directo gana un poco. En este punto hicieron un medley clásico formado por los temas “Demon’s night”, “Starlight”, “Losers and winners” y “Flash rockin’ man” rematado por la colosal “Breaker” en su totalidad. Tocaba levantar un poco el pie y lo hicieron con “The best is yet to come”, un gran medio tiempo y “Shadow soldiers” de “Stalingrad” con esas melodías y solos marca de la casa. Siguieron con el himno “Princess of the dawn”, coreadísima, la brutal “Fast as a shark” y el clasicazo “Metal heart”, que dio pie con la audiencia extasiada dos de sus mejores temas de la última etapa para cerrar el show, “Teutonic terror” y “Pandemic”.

Tras unos minutos reaparecían con la potente “Hung, drawn and quartered” y su tema por excelencia, “Balls to the wall”, rematando la faena con un “I’m a rebel” que siempre pone un punto final festivo y cañero a un show que no defraudó absolutamente a nadie.

La única pega que se puede poner es que el sonido tal vez no estaba del todo bien ecualizado, tal vez faltó un poco de profundidad y algo plano, pero no fue algo que eche por tierra la actuación.

En este 2023, Wolf Hoffmann dejó muy claro que, con esta encarnación de sus Accept, tiene un equipo ganador y que el público ha aceptado la propuesta. Mientras sigan dando conciertos como éste, todos encantados. Sobresaliente.

Había curiosidad por ver cómo desarrollarían su show y sus versiones y ciertamente hay que decir que lo hicieron muy muy bien a todos los niveles, en especial la ejecución técnica, verdaderamente con los ojos cerrados sería difícil distinguir a los originales de The Iron Maidens. La mayor diferencia la encontraríamos en la voz, donde en algunos pasajes se parecía algo a Bruce Dickinson para ser más diferente en otros. Como nota curiosa, también hacen parte del show de Maiden a menos escala, ondeando una bandera en “The Trooper” y sacando un Eddie en “The Number of the Beast”.

Es de agradecer que no se centraran exclusivamente en temas antiguos y que tocasen alguno que Iron Maiden casi nunca toca. Comenzaron con “The Trooper” y “2 Minutes to midnight”, para mostrar sus cartas con otros temas como “Caught somewhere in time”, “Brave new world”, la instrumental “Genghis Khan”, “Wasted years”, “Fear of the dark”, “Phantom of the opera” y para cerrar “The Number of the beast” y “Run to the hills”.

El público las recibió al principio con cierta frialdad pero a medida que fueron avanzando en el show se fueron ganando a la audiencia, a fin de cuentas todos los temas que hicieron son ganadores y archiconocidos. Finalmente se llevaron una buena ovación y nosotros un rato muy entretenido.