Crónica H.E.A.T. + REACH + TEMPLE BALLS

Simple y directamente explosiva.
Esa es la mejor manera para definir la última presentación de los suecos H.E.A.T. en Madrid.

Si hacemos un poco de memoria, en el año 2010 se presentaban también en esta ciudad tres agrupaciones, Treat, The Poodles y H.E.A.T. quienes perfectamente definían a tres diferentes generaciones del mejor hard rock y rock melódico sueco. Muy pocos podrían imaginar en aquel momento que la más novata de ellas lograría en muy poco tiempo, cimentar y asegurar una sólida posición tanto en lo musical como en lo comercial, que hoy por hoy los sitúa como un grupo de referencia ineludible si hablamos de los estilos musicales antes mencionados. Obviamente nos referimos a H.E.A.T.

Pero volviendo al presente, sin duda, uno de los grandes atractivos del concierto era el retorno del vocalista original Kenny Leckremo a las filas de la banda después que Erik Gronwall diera un paso al lado, (hoy actual cantante de Skid Row).

Activando el modo evaluación, muchos fans deseaban comprobar que H.E.A.T. “versión Leckremo” seguía siendo en directo tan contundente y eficaz como la “versión Gronwall” y lo cierto es que no solo esto se demostró, sino que, además, el quinteto revalidó que tiene muy pocos rivales que le hagan sombra en lo suyo.

Después de una acertada apertura del show por parte de Temple Balls y una intrascendente (por calificarla de alguna manera) presentación del trío Reach, de manera puntual y con un muy buen sonido, el quinteto sueco saltó al escenario de forma decidida y muy seguros de sí mismos.

Desde los primeros acordes de “One by One” quedó claro que H.E.A.T. dejó en el pasado el calificativo de “futura promesa” para convertirse en una muy firme realidad. Afortunadamente se nota el grupo ha crecido enormemente sobre las tablas (en especial si lo comparamos con aquella banda algo temerosa que se presentó aquí en el 2010) y el devenir de las formidables canciones, su compacto sonido y una actitud escénica siempre resuelta fueron prueba de ello.

Como era lógico, el grupo navegó por toda su discografía, incluso presentó un par de temas que conformarán su próximo disco “Force Majeure”, como por ejemplo “Back to the Rhythm” o “Nationwide”, para luego tirar de algunos de sus clásicos como “Living on the Run”, “Emergency”, “Come Clean’, ‘Beg Beg Beg’ o “1000 Miles”, sin olvidarnos de emotivas versiones de “Cry” o “Straight from the Heart” y la apabullante “A Shot at Redeption” que logró encender aún más a la entregada audiencia.

Instrumentalmente, H.E.A.T. consigue cumplir con creces su cometido sin altibajos ni triviales virtuosismos. La punzante guitarra de Dave Dalone se suma a los correctos teclados de Jona Tee y a la base rítmica compuesta por el batería Crash y el bajista Jimmy Jay siendo en su conjunto la adecuada para construir las muy directas canciones que componen el repertorio del grupo.

Párrafo aparte merece el vocalista Kenny Lekremo.
Al músico se lo notaba visiblemente emocionado y entregado totalmente mientras el show se desarrollaba. Tema tras tema, siempre moviéndose sobre el escenario y motivando a la audiencia, su potente y clara voz adaptable a los más diversos estilos y variantes, escoltó a un impresionante manejo escénico. Para otro momento quedarán las evaluaciones en lo que respecta a si H.E.A.T. es mejor con Gronwall o Leckremo. Mi punto de vista es que ambos son tremendos cantantes y que ambos encajan a la perfección en un grupo con la propuesta que ofrece H.E.A.T. Es cierto que poseen calidades vocales y escénicas algo diferentes, pero al momento de la verdad, al estar tras el micrófono, igualmente suman, añaden y producen un efecto que los hace muy similares redundando esto en que la banda sea en lo suyo casi inimitable.

En definitiva: ¿podrías decir sin equivocarte que Van Halen con David Lee Roth es mejor que el que contaba en su alineación a Sammy Hagar?. Es complicado hacer una afirmación tan categórica, lo mismo pasa con H.E.A.T.

Las dos alineaciones deslumbran y asombran aun cuando su componente casi primordial, el vocalista, ha cambiado. Pocas veces se puede asistir a un concierto en donde el público participe directa y fervientemente de todas las canciones que la banda toca en directo. Este fue el caso.

Con localidades agotadas, la sala colmada, la audiencia se energizó, coreó y se divirtió desde el primer al último tema que H.E.A.T ejecutó. Por si alguien tiene algunas dudas, H.E.A.T. ya es una agrupación madura, poco conformista y que se encuentra siempre en la búsqueda de un sonido propio y original. Su última producción, “H.E.A.T II”, injustamente aislada por la maldita pandemia así lo confirmó y mientras esperamos su nuevo trabajo a editarse en agosto, bien vale la pena apoyar y disfrutar de esta ya establecida nueva sangre del rock melódico que dice presente cada vez con más firmeza y autoridad a pesar de algunas manifiestas resistencias y el abandono mediático del que son víctima, siendo estas circunstancias a las que no temen dar batalla.

Después de la interesante actuación de Temple Balls, turno para, no sólo para nosotros, sino también para la mayoría por no decir el 99% de la sala, de unos desconocidos REACH.

¿Quiénes eran?, ¿A qué sonaban?….. Uno en ocasiones se lleva sorpresas para bien o para mal de una banda que desconoce su trayectoria. Y este fue el caso de la banda de Estocolmo; banda configurada a modo de trío con Marcus Johansson a la batería, Soufian Ma´Aoi al bajo y Ludvig Turner vocal y guitarra. Trío que cuenta hasta la fecha de 3 Lps, “Reach Out The Rocks”, “The Great Divine” y “The Promise Of A Life”.

Pues bien, fue escuchar el primer tema que interpretaron para intuir que algo no cuadraba, y efectivamente, y así fue. Reach es un grupo difícil de encuadrar en un estilo u otro, eso no es malo, pero lo cierto es que tan pronto oías «sonidos roqueros» como de repente se volvían excesivamente atmosféricos, poperos, con composiciones que según se sucedían no encontraba coherencia.

Y esa percepción, no sólo lo notamos nosotros, que podría ser que estuviéramos equivocados, confundidos, el 99% de la sala tenía las mismas sensaciones, Reach no era banda para estar dentro de dicho cartel, y menos aún ser la segunda banda en el cartel.
Poco mas que decir. Si de un libro hablásemos, pasemos página.

En esta ocasión muestra mas amplia de su último Lp. en estudio, “Pyromide” publicado en 2021 del que llegaron a interpretar cuatro temas, “Thunder From The North” con el que abrieron, y de qué forma tan magistral lo hicieron, “Fallen Youth”, “T.O.T.C.”, y el interesante “Bad Bad Bad”. Entre medias un par temas de su debut “Traded Dreams” del que ofrecieron “Let´s Get It On” y “Hell And Feelin´Fine” con el que cerraron, y uno de “Untamed” como fue “Kill The Voice”.

Y como decíamos, un adelanto, que mostraban semanas atrás a modo de vídeo, “Strike Like A Cobra”, como parte de lo que será su cuarto Lp. y que no desentona con lo ofrecido, hard rock con pegada, melódico, directo, y con mucho ritmo.

Seguro que volveremos a verlos, quizá no como cabezas de cartel, pero si acompañando a otra/s bandas como lo han hecho hasta la fecha. Buen concierto de Arde Teronen vocalista, Jiri Paavonaho y Niko Vuoela guitarras, Antti Hissa batería y Jimi Välikangas bajista.