Si hay una palabra que desde sus inicios parece haber marcado la carrera del vocalista Graham Bonnet esta es sin duda “irregularidad”. Al inglés solo le bastaron dos años en el mítico Rainbow para convertirlo en uno de los pocos elegidos que pertenecen a un círculo selecto de cantantes que han marcado la historia con mayúsculas del rock de alto calibre. A partir de su deserción del emblemático grupo de Ritchie Blackmore, Bonnet comenzó un deambular incesante por el ambiente musical, con pronunciados altibajos, sumándose a proyectos tanto propios como ajenos, no siempre acompañado por la buena fortuna y marcados en su mayoría por un lamentable final casi anunciado. Michael Schenker, Impelliteri, Blackthorne, Anthem, Forcefield y la lista sigue hasta convertirse casi en interminable, fueron algunos de ellos. Pero en los últimos años, Bonnet, parece saber exactamente que quiere y adonde llevar su carrera.

ALCATRAZZ • Madrid (Shoko) • «R.M. Concert Promotions»

En esta ocasión, fue ALCATRAZZ la razón por la que el músico desembarcó en España y lo cierto es que para el regocijo de muchos, todo fue de maravilla. Bonnet y su grupo lograron no solo recuperar el mejor sonido de uno de sus proyectos más emblemáticos, sino que ciertamente dejó la puerta abierta, desde mi punto de vista, a un futuro prometedor. A pesar de verse visiblemente afectado por una dolencia en la espalda que le impedía moverse apropiadamente, ni siquiera mantenerse en pie durante mucho tiempo (estuvo sentado en un taburete en el centro del escenario casi todo el concierto), el inmenso talento y potencia vocal de Bonnet lograron hacer casi invisible esta incómoda situación para el cantante.

Puntualmente y con una buena asistencia de público, Alcatrazz comenzó el concierto con los acordes de “Too Young To Die Too Drunk To Live” y todo hacía presentir, como finalmente se cumplió, que la noche sería especial. Con fuerza, excelente sonido, solvencia y profesionalidad del quinteto no dejó de maravillar a los presentes en cada canción que desarrollaban. Acompañado esta vez por una banda muy sólida, la base rítmica conformada por Ami Beth Heavenstone en el bajo y Mark Benquechea en la batería, el estupendo pero no tan conocido para el gran público guitarrista Joe Stump y su ex compañero y miembro fundador del Alcatrazz original, Jimmy Waldo tras los teclados, Bonnet consiguió iluminar la noche con luz propia. Vocalmente Bonnet aún mantiene esa magia, fuerza y energía con la que deslumbró hace ya más de cuarenta años y que aún hoy continúa haciéndolo.

Si le agregamos la magistral tarea de Waldo completando una sutil base en el sonido del grupo con sus teclados y un Stump muy inspirado y entregado en cada participación, convirtiéndose quizás en el reemplazo más eficaz para llegar a la talla de los guitarristas con los que Bonnet trabajó en el pasado, Alcatrazz logró por virtudes propias revivir el sonido eterno de composiciones que en muchos casos marcaron a más de una generación. Explosivas versiones de “Night Games” (perteneciente a su álbum en solitario “Line Up”), “All Night Long” de Rainbow, “Desert Song”, “Assult Attack” del MSG, “Stand in Line” y “Leviathan” de Impelliteri, se intercalaron con clásicos de Alcatrazz como la festiva “Island in the Sun”, “General Hospital”, Jet to Jet” o la inesperada “We Wont Be Forgotten” de Blackthorne. No podía faltar “Since You Been Gone” y una fantástica versión de “Lost in Hollywood” sirvió para cerrar un concierto que dejó con ganas de más.

Esta vez fue de verdad, esta vez no hubo recriminaciones ni desilusiones, algo que ya recuperó en su anterior gira por nuestro país. El cantante con su agrupación y propuesta consiguió generar un justo interés por verlos en directo en nuevas y futuras oportunidades. Graham se opera de la espalda este mes, esperemos que tenga una buena recuperación y de esta forma, volver a disfrutar de este renovado y poderoso Alcatrazz lo antes posible o como en solitario.

Texto: Javier Izurieta
Fotos: Mariano Crespo
Force Magazine (Hard & Heavy)