​Por fin era la hora de que HELLOWEEN tocase en Madrid en este concierto que ha venido retrasado 3 años, por lo que desde el fin de la actuación de Hammerfall la expectación era máxima para volver a ver a las calabazas en acción. 

HELLOWEEN + HAMMERFALL
• 02.09.2023 Madrid (Wizink Center)
Barcelona Rock Fest

Tras descubrirse el telón nos presentaron una gran calabaza en la cual se encontraba la batería elevada presidiendo todo el conjunto y cuando acabó la intro “Orbit” el grupo al completo tomo posesión de las tablas para interpretar “Skyfall”, que pese a ser un tema controvertido y con opiniones dispares entre los fans, sonó muy bien y sirvió como aperitivo para todo lo que vendría después. Qué mejor manera de meterse a todo un pabellón en el bolsillo que soltando de inicio uno de los clásicos como “Eagle Fry Free” donde vimos a Michael Kiske darlo todo para llegar al tema y sacarlo con nota.

Tras este éxtasis inicial le tocaba a Andi con “Mass Pollution” dejando claro que está en un gran momento vocal. “Future World” fue el siguiente clásico en caer, seguido de “Power” y “Save Us”, siendo todas ellas extraordinariamente bien recibidas. Con este inicio avasallador, llegaba uno de los momentos más especiales, ese en el que comienza la intro de “Walls of Jericho” y el gran Kai Hansen se pone detrás del micrófono y el grupo comienza un medley del mítico álbum compuesto de “Metal Invaders”, “Victim of fate”, “Gorgar” y “Ride the sky” y por si fuera poco se marcaron un “Heavy Metal (is the law)” para enmarcar que puso la pista patas arriba.

Se pasó de 100 a 0 cuando Deris y Kiske sentados en sendas sillas cantaron a dúo “Forever and one”… creo que ni era la mejor ubicación del tema en el setlist ni tampoco funciona entre los dos cantantes, no consiguen darle el punto que la balada tiene. Tras el momento de relax, Sascha Gerstener daba intro con su guitarra al nuevo “Best time” que sonó francamente bien, que dio paso al genial “Dr. Stein” y con la locura que desató el grupo aprovechó para atacar con “How many tears”, un trallazo mágico para cerrar el show y retirarse brevemente a coger aire para volver con los bises “Perfect gentleman” y la espectacular “Keeper of the seven keys”, qué 13 minutos de puro éxtasis musical se produjo en el Wizink madrileño…

Llegaba el final y tras una intro de batería y cómo no podía ser de otro modo, el cierre vino de la mano de “I want out”, alargada innecesariamente para interactuar con el público y donde soltaron calabazas hinchables que inundaron el frontal del escenario y del publico.

Fue un muy buen concierto de Helloween, dejando claro que al igual que otras muchas de las bandas míticas de los 80, aún están lejos de que su tiempo haya pasado y están en una segunda juventud arropada por el buen rollo existente en este momento entre los miembros de la banda. Muy bien arropados por una gran pantalla en la que proyectaban videos creados en exclusiva para cada canción, le daba a cada una su propia atmósfera haciendo crecer el magnetismo que la banda posee.

Los “nuevos” Sascha Gerstner y Dani Loble a la guitarra y batería tienen un nivelazo brutal, lo que sumado al perpetuo movimiento de Markus Grosskopf con el bajo y su eterna sonrisa, y los carismáticos Michael Weikath con su seriedad y Kai Hansen tocando a su mejor nivel en modo superstar hace una base musical perfecta. Y la guinda la ponen los dos pedazos de cantantes que son Michael Kiske y Andi Deris. El primero no aporta mucho en cuanto a frontman, pero evidentemente es un mito con mayúsculas y le queda un gran chorro de voz, y de Andi, que hace ya casi 30 años se hechó a unos Helloween en horas bajísimas a la espalda y disco tras disco los hizo revivir pese a tener siempre que soportar la comparación con Kiske, y ahora recoge lo sfrutos y los halagos de los que mucho tiempo le criticaron.

Tras ver este concierto, con toda la carga emotiva que conlleva por todos los años que Helloween lleva siendo banda sonora de nuestra vida, el único regusto amargo que queda es el imaginar dónde habrían podido llegar si a finales de los 80 los egos no hubieran malogrado todo lo conseguido y que les había situado en lo más alto. Eso es pasado, pero Helloween están viviendo un gran presente y por lo visto, un muy buen futuro por delante. Sobresaliente.

Texto: Luis Lanchas
Fotos: Mariano Crespo
Force Magazine (Hard & Heavy)

Mucha gente no quiso perderse el show de los suecos HAMMERFALL, habituales en los escenarios españoles pese a que en esta ocasión hacía ya unos años que no tocaban en la capital, hecho que, unido a que sus últimos trabajos son francamente buenos y les han hecho levantar el vuelo de nuevo, y que en esta gira con Helloween no eran unos meros teloneros, sino banda invitada, con mas tiempo de show, escenario completo, etc…. ,generó una expectativa que se vió recompensada con una gran afluencia de público.

HELLOWEEN + HAMMERFALL
• 02.09.2023 Madrid (Wizink Center)
Barcelona Rock Fest

Comenzaron puntualmente el show y aprovecharon la ocasión para componer un setlist en el que no hubo un solo tema de relleno, si bien es cierto que a oídos de alguien que no conociera bien al grupo, pudo ser algo repetitivo. Salieron decididos a hacer buena la oportunidad de tocar ante una audiencia superior en número a lo normal en ellos, y de ese modo empezaron la actuación con “Brotherhood” y fueron desgranando la lista con “Any means neccessary”, “The metal age”, “Hammer of dawn”, “Renegade”, “Venerate me”, “Last man standing”, un medley del álbum “Crimson thunder” formado por “Heros return”, “On the Edge of honour”, “Riders of the storm”, y “Crimson thunder”, “Let the hammer fall” y “Glory to the brave” nos llevaban hacia el final, para el que reservaron “(We make) Sweden rock” y “Hearts on fire”.

El escenario estaba presidido por la batería ubicada en una tarima elevada varios metros por encima del suelo y en las esquinas del fono sendas escaleras que subían a dos plataformas, en una de ellas se encontraba el martillo emblema de la banda y en la otra el escudo con las iniciales del grupo, ambas iluminadas y que daban un gran toque escénico, teniendo detrás un gran telón con la portada de su último disco “Hammer Of Dawn”.

En cuanto a la banda, ya llevan varios años con una formación estable y se nota, la compenetración es patente con la base rítmica formada por David Wallin a la batería y Fredrik Larsson al bajo, Pontus Norgen a la guitarra aportando calidad y sobriedad, y cómo no, los líderes y alma del grupo, Oscar Dronjak a la guitarra, que con el paso de los años ha alcanzado un carisma que en los primeros años del grupo se esforzaba y no conseguía y Joacim Cans, cantando muy bien, defendiendo los temas sin recurrir a las bajadas de tono como hacía hace años. Es cierto que no va sobrado de voz (nunca lo estuvo) y que puede ser algo lineal, pero con lo que tiene se defiende mejor que nunca.

Gustaron, convencieron y dejaron con ganas de más, y eso siempre es lo mejor que se puede decir después de un concierto.

Texto: Luis Lanchas
Fotos: Mariano Crespo
Force Magazine (Hard & Heavy)