La agrupación británica Magnum, su guitarrista/compositor Tony Clarkin y su vocalista Bob Catley son absolutamente indivisibles. Sin alguno de ellos a bordo comandando las acciones, es imposible pensar en la existencia del quinteto ostentando el nombre que les brindó un amplio reconocimiento y respeto entre muchos de sus pares músicos y ante una estimable cantidad de seguidores del Rock Melódico con diversas aristas que van desde un mesurado toque progresivo, Hard Rock pegadizo y hasta un AOR envolvente. Lamentablemente, Clarkin falleció hace pocos meses atrás y, posteriormente, el propio Catley confirmó que no se encontraba en condiciones anímicas como para poder continuar, por lo que una historia desarrollada a lo largo de más de cinco décadas llegaba a su fin.

KINGDOM OF MADNESS
• Madrid (Sala Shoko)
«R.M. Concert Promotions»

Un respeto merecido a lo largo de su carrera, entre muchos de sus pares músicos y ante una estimable cantidad de seguidores del Rock Melódico con diversas aristas que van desde un mesurado toque progresivo, Hard Rock pegadizo y hasta un AOR envolvente. Lamentablemente, Clarkin falleció hace pocos meses atrás y, posteriormente, el propio Catley confirmó que no se encontraba en condiciones anímicas como para poder continuar, por lo que una historia desarrollada a lo largo de más de cinco décadas llegaba a su fin.

Sin embargo, algunos de los ex integrantes de Magnum tienen un peso específico lo suficientemente importante como para encarar un proyecto de las características de KINGDOM OF MADNESS y salir airosos del intento. Mark Stanway y Mickey Barker, teclista y baterista respectivamente de las épocas doradas del grupo, hace ya algunos años diseñaron un muy interesante plan con la meta de ofrecer a todos los acérrimos fanáticos del grupo aquellas canciones clásicas que los propios Magnum habían dejado de interpretar en directo. Reclutando al teclista original de conjunto de Birmingham, Richard Bailey, y a Mo Birch, corista que también participó circunstancialmente con la agrupación, la idea se desplegó sin demasiados inconvenientes. Ahora bien… ¿Cuál es el resultado final de esta propuesta? Trataremos de detallarlo a continuación….

Ante una buena asistencia de público y con pocos minutos de retraso, KINGDOM OF MADNESS arrancó su presentación con la fuerza y elegancia que solo una composición como la inmortal “Changes” puede evidenciar. Sonando impecablemente, sin fisuras y visiblemente disfrutando con su performance sobre el escenario, Stanway y los suyos dejaron claro que no son una simple banda de versiones o una desdibujada copia de Magnum, tampoco apelan a una inconsistente añoranza del pasado, sino que, por el contrario, logran estampar a las gloriosas composiciones de Clarkin una energía extra, un nuevo aliento que las hace aún muy disfrutables, si eso es posible.

Mucho tienen que ver en estas mejoras sonoras el aporte del confiable guitarrista Alan Bell, el sólido bajista Brian Badhams y el propio Bailey haciéndose cargo de la guitarra acústica, algo de teclados y la flauta. Párrafo aparte merecen un fenomenal Micky Barker tras la batería, dueño de un estilo y calidad rítmica sencillamente apabullantes y, finalmente, Mark Stanway quien con sus justos y precisos teclados consigue construir esa base melódica y esencial sobre la que se erigen muchos de los temas de Magnum. Sin necesidad de exponer solos interminables o frívolas muestras de destreza, el teclista es el claro ejemplo de cómo adicionar armonías y sonidos especiales de teclados sin restarle eficacia ni brío a la propuesta final de una canción.

En cuanto a la muy importante parte vocal, Mo Birch con su áspero, pero muy emotivo tono vocal, logró brindarles renovada calidad a composiciones tan conmovedoras como “Les Mort Dansant”, “The Lights Burned Out” o la eterna “On A Storyteller’s Night”. Evidentemente la voz de un cantante tan único, apasionado y original como lo es Bob Catley no es fácil de ser substituida, pero Chris Dando no lo hizo nada mal. A pesar de ser poseedor de una voz cuyo tono es algo más alto y estridente que la del entrañable Bob, Dando pudo sobrellevar la difícil tarea con honestidad y franca consistencia. De esta forma, tema tras tema, todos los presentes disfrutaron de estupendas versiones, entre las que podemos destacar “Just Like an Arrow”, “Rockin’ Chair”, “The Prize”, “Back to Earth”, “Love’s a Stranger”, la épica “Wild Swan” o la memorable “Kingdom of Madness” (intro de flauta incluida magistralmente interpretada por Bailey). Para el clásico “Midnight (You Won’t Be Sleeping)”, Gabrielle de Val se sumó a Birch y Dando, consiguiendo contagiar a toda la audiencia.

Evidentemente han quedado fuera innumerables composiciones notables. ¿O hay algún fan de Magnum no disfrutaría al máximo si canciones como “Lonely Night”, “The Spirit”, “Start Talking Love”, “Foolish Heart” o “Vigilante” formaran parte del setlist regular de KoM?.

Mucho para destacar y poco para reprochar en una noche especial en donde la honesta nostalgia se entrelazo con una muy respetuosa y decorosa actualidad. Kingdom of Madness demostró cómo muy efectivamente sabe honrar un pasado ilustre imposible de soslayar, pero a la vez, debido a las circunstancias presentes, consigue dejar la puerta entreabierta como para que Bob Catley, aunque solo sea en unas pocas presentaciones, se sume a ellos para hacer realidad un merecido y apropiado homenaje al siempre recordado Tony Clarkin.

Texto: Javier Izurieta
Fotos: Force Magazine (Hard & Heavy)

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Fotos: @Force Magazine (Hard & Heavy)


Desafortunadamente, la cantante y compositora americana JAIME KYLE, quien estaba anunciada para abrir la serie de conciertos, debió suspender su actuación por problemas de salud, por lo tanto, GABRIELLE DE VAL y su grupo fueron los encargados de abrir la noche.

GABRIELLE DE VAL
• Madrid (Sala Shoko)

«R.M. Concert Promotions»

Presentando varios temas de su última producción, “Kiss in a Dragon Night”, la muy solvente banda integrada por Gustavo Martín (guitarra), Javier Gómez (batería), José Luis Gallera (bajo) y Gustavo Di Nobile (teclados) supo cómo apuntalar la tarea de la vocalista quien ha decidido dejar un tanto de lado el AOR más tradicional para asociarse de lleno al universo del hard melódico netamente europeo.

Dueña de una emotiva y sensible voz, de Val logra imprimir sobre cada uno de los temas que interpreta su impronta personal y relevante. Entradoras canciones como “Natural High”, “When He’s Gone” o “Pay for the Lonely Nights” perfectamente se complementan con versiones como “Candle in the Window” (James Christian) y “Moonlight Shadow” (Mike Oldfield), logrando redondear un concierto tan entretenido como especial.

Texto: Javier Izurieta
Fotos: Force Magazine (Hard & Heavy)

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Fotos: @Force Magazine (Hard & Heavy)