Crónica TIM «Ripper» OWENS – 08.10.2025 Madrid (Revi Live)

El concierto comenzó con “Jugulator”, de Judas Priest, un tema que ya de entrada puso a todos en marcha. La voz de Owens sonó fuerte y clara, perfecta para arrancar la noche con fuerza, respondiendo el público de inmediato con aplausos que siguieron con “The Green Manalishi (With the Two Prong Crown)”, donde se acentuaron aún mas con las interpretaciones de “The Ripper” y “Burn in Hell”, ambos de Judas Priest. Estos temas clásicos hicieron que el público cantara cada frase, y la intensidad subió un par de grados, mostrando Owens su rango vocal sin esfuerzo, especialmente en “Burn in Hell”, donde cada nota alta se escuchaba limpia y precisa, llegando a uno de los momentos especiales del concierto, fue con la interpretación de “Children of the Grave”, versión de Black Sabbath que sirvió como homenaje a Ozzy Osbourne.

La parte central del show estuvo marcada por canciones más recientes y algunas joyas clásicas, “Hellfire Thunderbolt” de KK’s Priest, grupo en el que actualmente milita, y “Beyond the Realms of Death” manteniendo el ritmo y la intensidad. “Blood Stained” dio paso a “When the Eagle Cries”, de Iced Earth, banda por la que también pasó años atrás, mostrando otra faceta de Owens, más melódica pero igualmente poderosa, mientras que “One More Shot at Glory” de KK’s Priest y “Wrathchild”, versión de Iron Maiden, homenajeando al fallecido Paul Di’Anno volvieron a subir la adrenalina en la sala.

“Hell Is Home” fue presentada por Owens como su tema favorito de los que grabó con Judas Priest y con el encaró la recta final que estuvo compuesta por “Electric Eye”, “Living After Midnight” y “One on One”, que para mi fue un cierre sorpresivo si bien tuvo bastante fuerza.

En general, el concierto de Tim “Ripper” Owens en Madrid fue una mezcla perfecta de nostalgia y fuerza en directo. La selección del setlist permitió recorrer distintos momentos de su carrera y rendir homenaje a Judas Priest, Iced Earth e incluso a bandas como Black Sabbath o Iron Maiden, y alguna pincelada de KK´s Priest. La voz de Owens se mantuvo impecable durante toda la noche, y la banda que lo acompañó, compuesta por músicos españoles, cumplió con creces con mención especial al batería, nada que envidiar a los mejores baterías de bandas internacionales.

Tim lució rapado al cero reciente y bromeó con ello y dejó claro que no ha perdido un ápice de la poderosa voz que le llevó a ser el frontman de una de las bandas más importantes del planeta. Los fans salieron contentos, muchos con la sensación de haber vivido un show intenso y directo. No hubo artificios ni decorados complicados: lo importante fue la música, la entrega de los músicos y la conexión con el público. Conciertos para quienes aman la música de Judas Priest en particular y el Metal en general.