Hablar de Ace Frehley significa inevitablemente referirnos a Kiss. Rebelde, individualista, indomable, inestable, miles de veces denostado hostilmente por sus antiguos compañeros de banda, pero paralelamente, adorado por sus seguidores y, como si fuera poco, venerado por reconocidos músicos dentro del ambiente. Todas estas características son tan solo referencias a las que Ace les hace poco caso y continúa llevando con orgullo una ya dilatada, aunque por momentos, discontinua carrera en solitario.

Sin importarle demasiado el qué dirán, el guitarrista, a pesar de muchas críticas y detractores, ha conseguido mantener a lo largo de los años una coherencia tanto musical como sonora ciertamente remarcables. “10.000 Volts” marca un asombroso regreso del “Spaceman” que muy pocos esperaban. Sin duda este nuevo trabajo se encuentra entre lo mejor que Frehley ha editado en su ilustre trayectoria. No estaría desubicado posicionarlo junto a aquel memorable álbum solista editado en 1978 o con el excelente debut de su efímera primera agrupación post-Kiss “Frehley’s Comet”, por lo que “10.000 Volts” es afortunadamente todo lo que se espera de Ace e incluso algo más.

Mucho tiene que ver en el resultado final la estrecha colaboración, tanto en las composiciones como en la producción, de Steve Brown (Trixter/Tokyo Motor Fist)) y la perfecta mezcla y masterización realizada por Bruno Ravel (Danger Danger / Westworld / The Defiants). Hard Rock simple, crudo y directo que el neoyorkino desplegaba parcialmente ha mutado en un sonido más brillante, claro y elaborado, apelando a una accesibilidad musical y melódica muy pocas veces demostrada por el músico.

Como es casi una constante en sus trabajos en solitario, el punto más reprochable es el aspecto vocal, ya que Ace nunca se caracterizó por ser un cantante especialmente destacado, pero hasta en ese aspecto crítico, el trabajo logra salir a flote de manera admirable. Tema tras tema, las melodías entradoras, los coros gancheros, los riffs categóricos, la batería contundente provista en varias canciones por su incondicional colaborador, Anton Fig, todo ello acompañado por los explosivos e inconfundibles solos de guitarra que solo Frehley puede ejecutar, consiguen que “10.000 Volts” logre hacer palidecer cualquier esfuerzo discográfico en solitario de Paul Stanley o Gene Simmons, por no decir que tritura al paupérrimo álbum póstumo de Kiss, “Monster”.

10.000 Volts” es un estupendo nuevo retorno del gran Ace logrando rescatar lo que desde hace mucho se le negaba: una renovada credibilidad como artista ofreciendo, además, una clara oferta para apostar por el futuro de un músico tan admirado como a veces injustamente subestimado en términos similares. Si eres fan acérrimo de Kiss o del propio Ace, “10.000 Volts” es tu disco y si lo que buscas es simplemente comprobar que Frehley aún tiene mucho que decir, no pierdas el tiempo y déjate electrocutar por esta verdadera usina que conecta, por un extremo del cable en los setenta, el otro en los ochenta consiguiendo así generar un Hard Rock de muy alto voltaje.
Javier Izurieta

Discografía:

“Trouble Walkin´”, “Anomaly”, “Space Invader”, “Origins, Vol 1”, “Spaceman”, “Origins, Vol 2” y “10.000 Volts”

®Videos Oficiales

Puedes escuchar el disco en «Spotify»

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