Crítica VANDENBERG "Sin" - FORCE Hard & Heavy

Hablar de Adrian Vandenberg es referirnos a uno de los más talentosos músicos que los Países Bajos ha ofrecido al mundo del Rock. Compositor, productor, eximio guitarrista y, como si fuera poco, un reconocido artista plástico, Vandenberg llevó su carrera musical a su ritmo, paso a paso, bajo sus premisas, sin que nadie le dictara qué cosas tenía que hacer o cuales dejar de lado.

Desde aquel lejano y memorable álbum debut editado en 1982 en donde el single “Burning Heart” los presentaba al mundo, a posterior, dos joyas del mejor hard rock como “Heading for a Storm” y “Alibi”, su ilustre y reconocido paso por Whitesnake, sin olvidarnos de aquel un tanto relegado pero recomendable proyecto llamado Maniac Eden, todo ello sirvió para que el gran Adrian solo agigantara su figura.

Después de varios años de autoimpuesto ostracismo, el guitarra decidió dar un paso al frente y retomar la acción, primero junto a los Vandenberg’s Moonkings, con quienes editó dos discos y luego de meditarlo un poco y con una banda totalmente renovada (que incluía al omnipresente Ronnie Romero) publicó nuevamente bajo el nombre de Vandenberg “2020”, un muy interesante trabajo sepultado en sus presentaciones en directo por la perversa pandemia.

Sin amedrentarse, el músico renovó nuevamente la alineación de su grupo y hoy nos presenta “Sin” en donde podemos escuchar y deleitarnos con mucho de lo mejor que el guitarrista sabe proponer. Acompañado por Randy van der Elsen en el bajo, Koen Herfst en la batería más el estupendo y reconocido vocalista sueco Mats Leven, con un curriculum interminable (ex Symphony Rhapsody of Queen –directos, Treat, Swedish Erotica, Dogface, Capricorn, Fatal Force, Sabbtail, Adagio, TSO, Therion, …. Y. Malmsteen, Candlemass, AtVance…. Southpaw, Abstrakt Algebra….); Adrian ha decidido musicalmente balancearse entre sonidos duros de los años ochenta, pero a la vez con una impronta del hard rock más clásico, sin perder de vista una producción y contundencia muy actuales.

Al degustar “Sin” de principio a fin seguramente será imposible no encontrar claras reminiscencias que van desde Led Zeppelin (“Sin”), Dio o Rainbow, (“Thunder and Lighning”) pasando por ritmos machancantes a lo AC/DC años 80 (“House on Fire”) o adictivas piezas de hard rock (“Walking on Water”, “Out of the Shadows”) sin apartar una emotiva balada (“Baby You’ve Change”).

Dinámico, honesto, sin caer en falsos ensayos o vano virtuosismo, enérgico, muy natural y entretenido en su desarrollo, “Sin” es quizás el mejor álbum que un soberbio músico como Adrian Vandenberg ha sabido construir para su propia banda desde la añorada década de los ochenta y que certifica (como si eso fuera necesario) que en lo suyo tiene muy pocos rivales que logren hacerle sombra. Un excelente trabajo de un no menos excelso y completo artista.
Javier Izurieta