Quizá la gira “United Alive” fue una prueba de fuego del grupo que fue saldada con un éxito rotundo, que hizo que todos sus participantes decidiesen ponerse a componer un nuevo Lp. Un nuevo Lp. “Helloween” que los fans han acogido con muy buenas sensaciones. De ello y mas aspectos hablamos con uno de sus vocalistas, Andi Deris.

Andi, nuevamente conversamos contigo, en esta ocasión con un nuevo álbum. Imagina que después del tremendo éxito del «Pumpkins United Tour» y la edición de «United Alive in Madrid» la siguiente etapa era casi inevitable: grabar un nuevo álbum de estudio. Pero ¿quien fue el que dio ese primer paso para que hoy sea una realidad con todos los participantes en dicha gira?
 Para mí también es un gusto estar nuevamente en contacto con ustedes. En realidad no hubo una decisión premeditada o consciente sobre la idea de grabar un nuevo disco. Simplemente fue algo que se dio de manera natural, sin apuros, ni presiones. Fue muy raro ya que ninguno de nosotros presionó por hacer esto o aquello y sin embargo, en determinado punto, todos teníamos en la cabeza la misma idea. Creo que un punto de inflexión fue el concierto de Rock in Rio en el año 2019. Fue como algo inconsciente, pero para ese momento, ambos Michael, Kai, Markus y yo estábamos sincronizados mentalmente, aún sin haberlo hablado entre nosotros. Una vez finalizado un tour maratónico, como lo fue «Pumpkins United«, cuando comentamos el tema, todos coincidimos que lo mejor era ver qué pasaría si reuníamos ideas musicales y ver hacia donde las mismas nos llevaban. En lo personal debo decir que noté que ese hambre de hacer cosas nuevas y querer trabajar juntos en el estudio otra vez. No hubo presiones ni siquiera en los tiempos para terminar un tema o la grabación en sí. Los primeros resultados fueron más que alentadores así que trabajamos más y más para poder encontrar lo que estábamos buscando y creo que lo conseguimos.

Has participado en los últimos 10 discos de estudio de Helloween. ¿Sentiste una presión extra al encarar la preproduccion y grabación de este nuevo trabajo?
Sinceramente… no. Como comenté antes, no tuvimos presión alguna, Cada uno llevó y compartió sus ideas, canciones, arreglos, melodías con el simple propósito de tratar de construir el mejor álbum de la carrera de Helloween o por lo menos, un disco del que nuestros fans se sintieran tan orgullosos como nosotros del legado del grupo.

¿De qué manera la pandemia afectó la producción del trabajo?
Afortunadamente todo el trabajo duro fue realizado durante finales del 2019 cuando todos nos encontrábamos en Hamburgo y era cita obligada estar en el estudio de grabación para hacer una preproducción óptima. Fue en ese momento cuando comenzamos a compartir propuestas, evaluarlas y mejorarlas, realizar los arreglos, verificar o modificar bases rítmicas, en síntesis, todo lo que sirvió para crear la esencia de lo que sería el disco. Fue un proceso un poco estresante y laborioso, pero de no haberlo hecho de esa manera, no creo que los resultados fueran los obtuvimos y se escuchan en el trabajo final.

¿Comenzasteis muchas canciones desde cero o, por el contrario, trabajasteis sobre ideas y conceptos que ya teníais con anterioridad?. En lo particular ¿repasaste la antigua discografía de Helloween para recapturar conceptos o sonidos que tenías posiblemente olvidados?
Fue un balance de ambas posibilidades. Algunos de nosotros teníamos algunos temas total o parcialmente compuestos. Pero casi un ochenta por ciento del material es totalmente nuevo y fresco. Hay canciones como «Out For the Glory» que Weikath tenía prácticamente terminada y de hecho la probamos en discos anteriores, pero al escucharla en la voz de Michael Kiske y cambiar un tanto los arreglos, tomó forma de inmediato y decidimos incluirla sin demasiadas dudas. Debo confesar que escuché algunos de los antiguos discos del grupo para tratar de recapturar la esencia del sonido de Helloween, pero no para copiar descaradamente, sino mi idea era mantener cierta línea al componer y escuchar las bases musicales de la banda, me ayudó a hacerlo.

Está claro que Helloween tiene demasiados compositores en sus filas, algo que puede parecer ideal pero también, puede acarrear algún problema. ¿Fue una decisión colectiva elegir qué canciones integrarían el disco y cuáles no?
Estáis en lo cierto. Desde fuera puede parecer la mejor opción es tener varios compositores dentro de un grupo, pero no es menos cierto, que los egos pueden afectar esa situación de abundancia. Llevamos tocando juntos varias décadas, nos conocemos muy bien y la única duda era en qué manera la participación de Kai y Michael influirían en el proceso, algo que fue en definitiva muy positivo. Además, confiamos tanto en nuestro management como en nuestro equipo de producción, por lo que todo el trabajo sale de forma muy fluida y ordenada. De esta manera, después de nuestro filtro inicial, de pasar nuestra primera opinión, el equipo de producción conformado por Charlie Bauerfeind y Dennis Ward, dieron su opinión que coincidía con nuestra selección de composiciones, por lo tanto, no hubo demasiados inconvenientes para seleccionar las canciones que integrarían el disco.

Trabajar nuevamente con Charlie Bauerfeind y Dennis Ward es como una buena costumbre ¿verdad?
(Risas) Así es… sencillamente… son los mejores productores y asesores que podemos tener. Confiamos totalmente en ellos. En este momento, no se me ocurren dos personas capaces de interpretarnos tan eficazmente en el estudio de grabación como ellos lo hacen. Como sabréis, conozco a Dennis desde los años de Pink Cream 69, somos muy buenos amigos y cuando me da un consejo o una opinión lo tomo muy en serio. No sé si la gente es consciente, pero Dennis es un músico con mayúsculas, quizás el más completo que conozco. Es un tipo que toca la guitarra, batería, bajo, teclados, puede cantar y como si fuera poco, en el estudio, como productor, es uno de esos genios que siempre se las arregla técnica y sonoramente para poder hacer realidad lo que un músico quiere reflejar en su trabajo y tiene en su cabeza. En definitiva, ambos son dos personas de suma confianza para nosotros.

Con tres guitarrista, tres cantantes, tantos compositores y arregladores ¿cómo manejasteis estas situaciones en el estudio?
Es verdad… (risas) pero debo reconocer que a primera vista puede parecer todo muy complejo o difícil de sobrellevar, pero todo salió a la perfección. Como os imagináis, el tema de las guitarras me excede un poco y lo dejé en manos de quienes saben al respecto. Lo único que tengo claro es que los 3 guitarristas se entendieron entre ellos y consiguieron dividirse las tareas de manera independiente. La mayor parte se grabaron en Noviembre de 2019, aunque quedaron por incorporar algunos solos y arreglos finales. Las grabaciones se realizaron en Berlín, Hamburgo, Tenerife y hubo un proceso de mezcla y masterización que se llevó a cabo en New York, pero Charlie siempre nos mantenía informados y al tanto de cómo se desarrollaba cada proceso.
En cuanto a los cantantes… realmente tener a Michael, a Kai y a mí cantando todos juntos, ha sido una experiencia invalorable. Tratamos de hacer el mejor trabajo posible, dejando cualquier pretensión y egos de lado. Fue increíble. Sin ningún tipo de problema nos dividimos el trabajo y las partes hasta encontrar los mejores resultados. Espero que la gente los disfrute como lo hicimos nosotros.
En lo personal, me hizo recordar a algunos grupos que tienen en sus filas a más de un vocalista. Realmente, es algo que no pasa muy a menudo en el mundo del metal pero que en otros estilos musicales, suele suceder. Ahí tienes el ejemplo de Toto. Ellos tienen muchos temas ya clásicos, hits mundiales y casi todos son interpretados por diferentes vocalistas. Tienes a Bobby Kimball, a David Paich, a Steve Lukather, a Joseph Williams, todos ellos forman o formaron parte de Toto, sus voces son completamente distintas, pero cuando escuchas una de sus canciones sabes que pertenece a ese grupo, más allá de quien la esté cantando. Ese era uno de los objetivos que teníamos en la cabeza, sin importar quién de nosotros tres estuviera tras el micrófono. Al escuchar el tema, inmediatamente el oyente debería saber que está escuchando una canción de Helloween, y creo que lo hemos conseguido.

Sin embargo, Michael Kiske no ha participado en ninguno de los temas como compositor.
Así es, pero creo que en definitiva Michael tiene un problema de confianza en sus composiciones que debe superar. Siempre está pensando que lo que él escribe no está al nivel de los demás compositores del grupo y está equivocado. Cada idea cuenta cuando estás armando un disco y desde una melodía o frase se puede conseguir, ya sea de manera aislada o compartida, una canción excelente.

Hay algo que llama la atención y es el sonido general del disco, sus guitarras, la batería, sin dejar de lado los arreglos y voces, suenan demoledores ¿Cómo lograsteis ese nivel?
Es verdad, tuvimos especial énfasis en el momento de grabar tratar de recapturar el sonido más crudo y real del Helloween y se lo hicimos saber tanto a Charlie como a Dennis Ward. Sé que Michael, Kai y Sascha cambiaron constantemente de amplificadores, desde Engl a Marshall, pasando por diferentes tipos y marcas de guitarras. A pesar que cada uno grabó individualmente sus partes, todos trajeron su propio sonido que, combinados, forman ese verdadero muro sonoro que es una de nuestras características, tanto en vivo como en estudio. De hecho, Danny (Loble) tuvo la genial idea de tratar de grabar algunas canciones con una batería que pertenecía al inolvidable Ingo Schwichtenberg.. Después de mucho investigar, localizamos a un viejo amigo de Ingo quien le había comprado en su momento una batería, nos la cedió y Charlie incluso, sugirió grabarla a la vieja usanza, vale decir, de forma analógica y el resultado fue estupendo. Tal fue la sorpresa con el resultado final que decidimos utilizar este método para grabar otras partes del disco, ya sabéis, algunos solos de guitarra, arreglos vocales, etc. Vale decir, como lo hacíamos en la década del ochenta y parte de los noventa, analógicamente, con cintas y todo. Fue realmente estupendo.

Imaginamos que una banda como Helloween escribe sus canciones para luego tratar de tocarlas en directo sin demasiados problemas ¿verdad?
Esa es la idea y lo que tratamos de llevar a cabo. Aunque debo reconocer que varias de ellas sería complicado poder plasmarlas en directo tal cual como se grabaron en el disco. Más que nada porque, a nivel vocal, si noche tras noche, debo cantar temas uno tras otro con tonalidad muy alta, a las pocas semanas me quedaría sin voz. Por eso tratamos de elegir cuidadosamente el material que presentamos en vivo para no defraudar a nadie y tampoco arruinarnos físicamente. Ya no somos unos veinteañeros como para que nos importe poco o nada nuestra salud que puede afectar directamente a la continuidad de un tour. Debemos ser responsables pero también tener en claro que no podemos que la gente que viene a vernos se sienta estafada porque hay canciones que quedan fuera del setlist.

«Best Time” es una composición tuya y de Sascha que recrea perfectamente ese optimismo, ese espíritu de victoria, como si fuera casi un himno que muchos de los temas del más clásico Helloween presentan, con ese toque mas comercial. ¿Fue esa vuestra intención conseguir ese concepto?
Es muy posible que así haya sido, pero es de manera inconsciente que lo hacemos. Nunca me pongo a componer tratando de emular canciones «I Want Out», «Future World» o «Doctor Stein» que posiblemente contengan ese concepto festivo, que dan ganas de cantar y sacudirse que mencionáis. Si surge una buena melodía o un coro que engancha, no por ello descartamos las ideas, simplemente tratamos de ver hacia adonde nos llevan. Por lo tanto, es inevitable que surjan canciones de este tipo. Creo que en lo particular «Best Times«, en donde los tres cantantes aportamos lo nuestro, es un claro ejemplo de ello. Es melódico, entra a la primera, y podría incluirse en casi cualquier trabajo de la banda en la década del 80 y sin embargo, encaja perfectamente en esta nueva producción.

Hay otros temas como “Robot King”, «Rise Without Chains» o “Cyanide” que demuestran la variedad sonora del disco.
Muchas gracias. Es muy cierto lo que mencionáis. A pesar de la diversidad de las canciones que integran el álbum, es indudable que escuchas a Helloween en cada una de ellas. Desde la épica y con un tiempo de duración algo prolongado, pero que cada segundo vale la pena, como lo es «Skyfall» pasando por «Mass Pollution» o «Fear of the Fallen» que son decididamente potentes. Con todos estos formatos, creo que en su conjunto, arman un trabajo que estará a las alturas de los mejores discos de Helloween.
La historia de «Cyanide» es curiosa ya que es un tema que yo tenía parcialmente compuesto desde hacía más de 10 años atrás y, por una razón u otra, nunca terminaba de redondearlo. Tenía gran parte de las melodías y los riffs, tenía parte de la letra con sus coros, pero algo le faltaba, me parecía que no estaba terminada como para presentársela al grupo. Una tarde, me senté con Sascha (Gertsner) en el estudio y compartí con él la estructura básica de la canción. Le gustó y así… en una hora el tema que llevaba diez en mi cabeza tomó forma y fue aceptado de buen forma por el resto de la banda. Cosas que pasan.
Si tuviera que describir el álbum en su conjunto, creo que la mejor forma sería que Helloween se está mirando ahora en su propio espejo. Esa fue la idea inicial, basarnos en nosotros, en nuestra música, en lo que somos y en lo que todos nuestros seguidores esperan de Helloween. Vale decir y aunque suene algo raro, quisimos ser nuestra más importante influencia y por los comentarios que nos llegan y las entrevistas que hacemos, creo que hemos conseguido el resultado esperado.

Finalizada la gira mundial «Pumpkins United» y que funcionó tan bien en todo el mundo ¿están aún sorprendidos por los resultados?
Desde un primer momento al encarar este proyecto, sabíamos que las probabilidades de que todo saliera bien eran muy altas. El regreso de Michael y Kai casi lo confirmaban, pero nunca nos imaginamos el alcance global que tuvo esta gira. Para la mayoría de los conciertos las entradas se agotaban, la respuesta del público en los festivales de rock más grandes del mundo fue formidable, cuando nos queríamos dar cuenta, las fechas se agregaban una tras otra. Los promotores de conciertos alrededor del mundo tenían problemas para encontrar lugares disponibles de más capacidad ya que las localidades se vendían rápidamente, por lo tanto, había que hacer dos y tres fechas en las mismas ciudades para que el negocio funcionara para todo el mundo. Fue una experiencia imborrable para todos nosotros.
Recuerdo que cuando el tour finalizó, nos reunimos en Hamburgo y tuvimos una especie de fiesta de despedida, llegamos a llorar por dos motivos muy distintos: uno era la pena saber que esta aventura había llegado a su fin y el otro era por la felicidad de haber cumplido un sueño, lo hicimos realidad. Y no estoy hablando solamente por el suceso de la gira en sí, que es importante, sino porque la relación entre todos nosotros terminó muy fortalecida. El hecho de sentir a todos como mis amigos, para mí, es lo más importante.

¿Cuál consideras que fue el momento más relevante o importante de dicha gira?
Es difícil precisar o señalar un solo momento ya que fueron muchos los que han quedado marcados, tanto de manera grupal como individual. El show de Rock in Rio, por ejemplo, fue fabuloso ya que nunca habíamos tocado ante semejante cantidad de gente. Pero en lo particular, uno de mis mejores recuerdos fue y será el concierto que dimos en Madrid y que, afortunadamente, ha quedado registrado en video. Debo confesar que siempre los grandes estadios me han parecido algo fríos y distantes en cuanto al contacto directo con el público, Pero esa noche en Madrid y a pesar que el Wizink Center es realmente grande, tuve la impresión de estar cantando en un pequeño teatro ya que, desde el escenario mirara hacia donde mirara, podía apreciar las caras de alegría y el nivel de participación de toda la gente y, en un reciento de esas dimensiones, es algo que nunca olvidaré. Fue una fiesta desde el mismo inicio del show hasta el final.

Muchos fans de Helloween creen que entre Kiske y tú hay una manifiesta rivalidad y lo cierto es que, después de veros juntos en directo, como os complementáis a nivel vocal y escénico, parece todo lo contrario. ¿Por qué crees que existe este mito?
Es cierto lo que decís y nunca entendí de dónde salió esa sensación. Desde que me uní a Helloween en 1994 e incluso antes de esa fecha, siempre dije que para mí, Michael Kiske era, es y será uno de los mejores vocalistas de la historia del rock, por lo que no tiene sentido competir con él y mucho menos imitarlo. Cada uno tiene su estilo, su forma de cantar y nos respetamos mucho mutuamente. Si algo bueno tuvo la gira «Pumpkins United» fue que llegué a conocerle en profundidad y hoy en día somos grandes amigos. Lo que muchos piensan que es rivalidad o celos simplemente es una sana competición, sin egos o egoísmo de por medio, que saca lo mejor de cada uno de nosotros tanto fuera como sobre el escenario.

Finalmente Andi ¿Algo que quieras agregar para todos nuestros lectores?
Como siempre agradecerles por el apoyo luego de tantos años. No son solo palabras, en realidad sabemos que nuestros seguidores en España son de los más entusiastas y apasionados que conocemos, por lo que les prometo que en el 2022 cuando los visitemos nuevamente, Helloween dará lo mejor para no defraudarlos. Un saludo grande y gracias nuevamente.
08.04.2022 Madrid (Wizink Center)
09.04.2022 Barcelona (St. Jordi Club)
RocknRock

Javier Izurieta / Mariano Crespo Traducción: Javier Izurieta Force Magazine (Hard & Heavy)

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