La banda finesa desde que comenzó a presentar sus Lps en España ya tiene marcado nuestro país a la hora de presentar nuevo material como es el caso en un par de semanas cuando lo haga para hacerlo con “Tlviyö”, su última entrega.

Aprovechando la edición del mismo y su gira por nuestro país conversamos con su vocalista Tony Kakko y esto fue lo que nos contó. (ver fechas de gira mas abajo)

Tony, recientemente habéis publicado vuestro último álbum de estudio «Talviyö» (Noches de Invierno), un título curioso.

Eso es verdad… es curioso, pero la explicación no es tan complicada como puede parecer. Cuando estamos trabajando en el proceso de grabación de un disco nos focalizamos tanto en mismo que siempre lo último que decidimos es el título que finalmente le pondremos a esa nueva producción. Para este caso, como la grabación terminó en pleno invierno, surgió la idea de titularlo «Talviyö» que en suomi, que es la lengua oficial de Finlandia, significa “Noches de Invierno” o “Noche Invernal”, como prefieran. No quisimos traducirlo, lo preservamos el idioma original y comenzamos a pensar, no sin cierta maldad y diversión, como lo pronunciarían nuestros fanáticos en Sudamérica, Japón, Italia, Francia o aquí mismo en España (risas). Nos gustó la idea de conservarlo así, sin traducirlo al inglés, y creo que es algo exótico, diferente.

¿Coincides en que este álbum puede ser el más melódico de Sonata Arctica?

Me pone contento que te hayas dado cuenta de eso. No sé si es el más melódico de nuestra discografía, pero cuando comenzamos a componer teníamos en mente orientar el álbum basándolo en melodías atrayentes y que fueran acertadas para poder tocarlas en directo. Sé que se nos relaciona con el power metal, pero creo que tenemos la posibilidad de transitar el camino de la velocidad y potencia pero a la vez bajar un poco el vértigo rítmico y adentrarnos en melodías más accesibles sin perder nuestra credibilidad o sin sentir que no hacemos lo correcto. También debo reconocer que los años pasan para todos y es evidente que evolucionamos como grupo lo que nos lleva a adaptarnos a lo que realmente queremos hacer en este momento sin dar demasiadas explicaciones al respecto. Creo que la participación directa de un productor externo como Mikko Tegelman nos ayudó a reforzar y poder cerrar muchas ideas musicales que finalmente fueron incluidas en el álbum.

¿Qué fue lo más complicado de desarrollar en el nuevo disco?

Me parece que lo más dificultoso fue relajarnos como para comenzar a componer de manera adecuada y tranquila. Con esto quiero decir que en aquellos momentos algunos de nosotros nos encontrábamos en situaciones personales diversas, mudándonos a distintas ciudades y fue complejo encontrar el tiempo y la tranquilidad como para trabajar como siempre lo hacemos. Cuando finalmente pudimos hacerlo, todo fue sobre ruedas. No hablo que técnica o musicalmente tuvimos problemas para desarrollar nuestras ideas, sino de otros aspectos que también influyen en la vida de un grupo y en la preparación de un nuevo álbum. Es cierto que hay canciones complejas que en muchos casos tienen ese aspecto casi teatral, con cambios y vueltas inesperadas, pero eso es lo que buscamos y deseamos mostrar a nuestros seguidores. A veces todo a tu alrededor se mueve muy rápido como para poder evaluarlo y verlo en perspectiva.

Hay muchas bandas que a lo largo de su carrera cambian muy poco su sonido original y no evolucionan lo suficiente. Sin embargo el caso de Sonata Arctica es diferente, ¿cómo consideras que ha evolucionado la música del grupo a lo largo de vuestros años de existencia?

Creo que los cambios son muy evidentes. Nunca dejamos de tener un sonido distintivo y que tratamos de hacerlo original, pero además, tratamos álbum tras álbum, sumar nuevos elementos, escuchar tanto a la gente que se nos acerca y nos comenta diferentes cosas que esperan del grupo como a nuestros productores, ingenieros de sonido, etc. Es muy bueno tener siempre los oídos despejados como para que al momento de componer todo salga de una forma más orgánica y natural. Si tuviera que definir nuestra evolución diría que, aunque suene raro, ahora es más cálida superando la aparente frialdad que pueden presentar algunos de nuestros trabajos iniciales.

¿Cuándo comenzáis a trabajar en una producción buscáis casi a propósito como sorprender musicalmente con vuestra propuesta?

Eso es parte del crecimiento como agrupación y lo hacemos de forma casi inconsciente. Sinceramente no busco sorprender a nadie, tan solo compongo canciones que me gusten y que también sean del agrado del resto de miembros de Sonata Arctica. Me sería imposible tratar de contentar a una compañía discográfica o a cualquiera que quiera imponerme alguna canción o un estilo determinado, que es muy distinto a una opinión honesta y desinteresada. Si cuando componemos creamos temas más heavies y rápidos… bienvenidos, si son más melódicos, emotivos o intrincados, también son aceptados. Creo que todo se centra en no estancarse y seguir por el camino que tu corazón y mente te llevan. Por lo menos, esa es la filosofía con la que trabajo y con la que me conduzco por la vida.

En las letras de Sonata Arctica no se habla de habla demasiado de hechos ficticios, dragones, magia, brujos y toda esa perspectiva mística con la que a veces se relaciona al power metal. ¿Te cuesta tratar aparte de estos tópicos y escribir sobre experiencias más reales?

Solo puedo hablar por lo que a mí me pasa y es mi opinión. En lo personal, me cuesta mucho más componer basándome en temas personales, políticos, vivencias de amigos o que te enteras por otras personas que si tuviera que hablar de temas irreales. Y ese es justamente el desafío mayor. Tus emociones van junto a los temas que compones y me cuesta hablar de cosas que no son reales o que debo imaginármelas de la nada ya que pienso que los demás deben comprender esa idea artificial y quizás no lo hacen correctamente o como yo pensé que debería entenderse.

¿Cómo definirías «Talviyö» tan solo en una frase?

Ufff… es complicado… pero creo que la mejor manera de describirlo al escucharlo es como una montaña rusa de emociones diferentes.

Desde que comenzasteis en 1995 como Tricky Beans ¿pensasteis que hoy a más de veinte años de aquellos inicios, estaríais en la posición en la que os encontraís?

Aun me cuenta creerlo y entender todo el proceso que nos llevó a la posición que tenemos actualmente. Parece mentira que lo que comenzamos hace tantos años atrás haya evolucionado de tal manera que ahora no podemos verle un fin ya que siempre estamos pensando en nuevas ideas y tratando de adaptarlas a los tiempos que se acercan. Y creo que esa es la clave: siempre tratamos de superarnos, ofrecer cosas nuevas que a la vez sean entendibles y compatibles con nuestro estilo musical.
Nunca pude entender a esos músicos que, si bien son exitosos, se copian una y otra vez hasta el hartazgo. Sonata Arctica está siempre en movimiento, tratando de evolucionar de la mejor manera posible. Esa es nuestra intención y meta final. Viéndolo en retrospectiva es asombroso lo que hemos conseguido, estamos muy satisfechos, sobre todo por la gente que nos acompaña y nos muestra su respeto y aprecio. Es por ello que esperamos poder seguir en esta senda por muchos años más.

¿Cuánto habéis aprendido en cuanto a vuestras actuaciones se refiere a lo largo de todos estos años?

Tocar en directo es fundamental para el perfeccionamiento de cualquier grupo. En cada presentación se aprende algo, aun cuando piensas que las cosas han salido casi perfectas. Es más, cuando a veces las cosas se tuercen un poco es cuando más aprendes y no repites los errores. Nunca me sentí un “rockstar” ni quiero serlo. La clave está en ser siempre uno mismo, es lo único que funciona para mí, tanto fuera como sobre el escenario.

Es evidente que Sonata Arctica es un grupo respetado, no solo por vuestros seguidores, sino también por músicos de reconocida trayectoria. ¿Cómo te sientes al respecto?

Es fantástico. Tengo ya cuarenta y cuatro años y, sinceramente, si se acerca un chico de quince o dieciocho llamándote “Señor…” no te sienta muy bien (risas), pero luego acaba diciéndote lo mucho que tu música le gusta, desde mi vista, es el mejor cumplido que puedes hacerle a un músico. Mucho más que vender millones de álbumes, nada se siente tan bien como cuando alguien se aproxima y te dice “Gracias por tal o cual canción”. Es una emoción muy especial, una mezcla de asombro y alegría. De igual manera si un músico reconocido o no tanto, comparte una charla contigo o te felicita por tu música. No deja de asombrarme y emocionarme al mismo tiempo.

Hablabas que en general compones sobre temas personales o basados en vivencias ¿A la hora de interpretar alguna de ellas, por la emoción que te puede producir, te ha complica su ejecución en algún momento?

Muchas veces eso depende de la reacción de la audiencia y de su respuesta ante determinadas canciones. Es cierto que muchos de los temas que interpretamos están fundados por acontecimientos o experiencias propias que pueden llegar a “maquillarse” un poco mediante metáforas o conceptos que recuerden esas ideas iniciales, pero si ves que la audiencia responde de la manera en que piensas por la canción que has compuesto es cuando, en mi caso, tocan una fibra íntima que logra conmoverme en escena. A veces sucede y otras no, pero eso también es entendible. Como dije antes, uno escribe la letra de un tema y cada oyente puede llegar a interpretarla de manera completamente distinta.

En el pasado ofrecisteis en Finlandia shows acústicos, ¿fue complicado adaptar las canciones a ese formato?

En realidad hicimos siete conciertos acústicos en Finlandia y debido a la buena respuesta del público y la crítica se nos cruzó por la cabeza seriamente la posibilidad de en algún momento poder recorrer Europa con ese tipo de espectáculo. Fue muy divertido poder hacerlo y si te soy sincero no fue tan dificultoso transformar los temas ya que la gran base de nuestra música son las melodías y ellas pueden reproducirse con diferentes grados de esfuerzo, al formato acústico. Las estructuras melódicas están siempre presentes, componentes de una forma que podría decirse como de la vieja escuela de rock and roll, no basándonos en un riff o en la velocidad de un ritmo, sino poniendo especial cuidado en las melodías y eso es lo importante. Como dije, fue muy divertido e importante para nosotros poder trabajar de esta forma.

¿Tenéis relación directa con vuestros fans?

Así es, por lo menos tratamos de hacerlo. Sobre todo por redes sociales como Instagram y Facebook cuando las ocupaciones me permiten sentarme tranquilamente y mantener chats con la gente que se conecta. A veces el problema con estos medios de comunicación es que hay gente que comienza con preguntas un tanto personales y yo suelo no hablar mucho de mi vida privada. Pero, pese a ello, creo que es una manera estar en contacto más fluida con nuestros seguidores. En lo personal, prefiero cuando estamos de gira, conversar y escuchar las opiniones de nuestros fans. Eso es algo que tratamos de hacer siempre que podemos, reunirnos con ellos, darles voz para saber qué opinan, que les gusta o que cosas consideran que deberíamos reforzar. Es algo que a ayuda a mantener los pies en la tierra.

Finalmente… ¿planes de futuro para Sonata Arctica?

Terminamos parte de la gira por los Estados Unidos que duró seis semanas junto a Kamelot y Battle Beast en donde nos fué muy bien. La experiencia ha sido alucinante. Nos tomamos un breve descanso y comenzamos la primera parte del tour europeo hace unas semanas que nos mantendrá ocupados hasta fin de año. Y en ella está España a comienzos de diciembre.
España siempre ha sido un país que nos ha recibido con los brazos abiertos y de nuevo tenemos muchas ganas de compartir nuestras canciones con todos los fans.
Posteriormente giraremos por Japón y posiblemente Australia para luego viajar a Latinoamérica y retornar a Europa otra vez. Nos esperan tiempos bastante agitados, pero lo disfrutamos como nadie.

Mariano Crespo
Traducción: Javier Izurieta
Force Magazine (Hard & Heavy)
Gracias a Sergi Ramos