Si hay un tema que está absolutamente en penumbras es lo que en realidad está sucediendo con Pretty Maids. Siendo su última producción del año 2019 (Undress Your Madness), después de una forzada interrupción en su carrera profesional debido al delicado estado de salud por el que pasó su cantante, Ronnie Atkins por supuesto, la agrupación danesa pareció entrar en una zona de letargo en la que se encuentra hasta el día de hoy.
Paradójicamente, tanto Atkins como su compañero y colíder, el guitarrista Ken Hammer, comenzaron con sendos proyectos en solitario editados a partir del 2021. Hammer probó suerte con Taboo, presentando un sonido algo moderno, un tanto intrincado y decididamente alejado al que estamos acostumbrados derivado de su banda de origen. Mientras que Atkins prefirió lanzarse en solitario preservando sus raíces musicales en la veta más melódica, pero con mucho resabio a Pretty Maids, algo por lo que le estamos eternamente agradecidos.
Aunque parezca mentira, “Trinity” es su tercer trabajo en tres años y lo cierto es que, alejado de superficiales experimentos o bombásticas sorpresas, el cantante ha logrado redondear un estupendo nuevo disco. Acompañado nuevamente por sus ¿ex? compañeros en los Maids, el guitarra y teclista, además de productor, Chris Laney y el batería Allan Sorensen, la adición del siempre confiable Pontus Egberg (The Poodles/Treat/King Diamond) en el bajo y los excelentes aportes del guitarrista Marcus Sunesson, el vocalista mantiene, no solo una ambiciosa calidad musical, compositiva y técnica a lo largo de toda la obra, sino que también revalida que con temas como “Ode To A Madman”, “Paper Tiger”, “If You Can Dream It”, “Raining Fire” o el que le da título al álbum, el gran Ronnie Atkins aún tiene mucho por ofrecer y, sobre todo, claros motivos para seguir cantando.
Si bien el danés nunca fue considerado como un cantante excepcional, en contrapartida, es poseedor de un tono vocal inconfundible, una manifiesta emoción y una forma única de aproximarse a las canciones que lo hacen tan especial como notable al momento de ponerse tras un micrófono. Sin innecesariamente exponer nuevas facetas musicales, fiel a su estilo y, sobre todo, manteniendo altos niveles de calidad, “Trinity” refuerza la imagen y posición musical de un Ronnie Atkins al que los recientes obstáculos por lo que ha pasado han servido para fortalecerle en diversos niveles seguramente tanto personales como profesionales.
Javier Izurieta
Discografía:
“One Shot”, «Make It Count», «Symphomanic» EP y «Trinity»