No es bueno comenzar la crítica de un disco casi por el final… pero siempre hay excepciones: simple y sencillamente, el nuevo trabajo de H.E.A.T puede clasificarse como el mejor disco de rock melódico potente y directo en lo que va del año y, sin exageraciones, uno de los mejores de la última década.
Si eres fanático del estilo, no lo dudes, debes conseguirlo como sea. Infructuoso sería subrayar que el conjunto sueco sabe cómo hacer las cosas cuando se lo propone y su nuevo trabajo de estudio solo refuerza esta afirmación. La excepcional calidad del material musical que expone este trabajo muestra a un grupo muy comprometido con su sonido original, ese rock típicamente escandinavo siempre poderoso, pero sin perder melodía que, no sin un arduo proceso de elaboración y giras constantes, consiguió doblegar a lo más acérrimos seguidores del estilo e incluso conquistar nuevas audiencias de distintas generaciones.
Con el pasar de los años han crecido tanto instrumental como compositivamente, incrementando por ende su poder de convocatoria, por ello H.E.A.T. vuelve a la acción con un trabajo sencillamente fantástico llamado simplemente “H.E.A.T II’. Todos los elementos que han logrado encaramar al quinteto sueco en el podio de las preferencias de los siempre exigentes conocedores del género musical que el grupo desarrolla están presentes en esta increíble entrega: melodías formidables, coros monumentales, arreglos de teclados, voces y guitarras portentosos, todo ello envuelto bajo la capa de una producción cristalina y muy pulcra, consiguen que el álbum se convierta en uno de los trabajos más logrados, completos y recomendables del grupo, y cuidado… que estamos hablando de una agrupación que cuenta en su haber con obras ineludibles como “Address the Nation” , “Freedom Rock” o “Tearing Down the Walls”, que no son poco cosa.
El siempre práctico pero punzante Dave Dalone en las guitarras, los precisos y melodiosos teclados provistos por Jona Tee y el extraordinario, fenomenal y distintivo vocalista Erik Grönwall son el eje compositivo y sonoro que hacen de H.E.A.T. algo muy especial. Si, además, el efectivo Don Crash se suma en la batería y el consistente Jimi Jay se hace cargo del bajo, el resultado final roza la perfección.
Inútil sería remarcar alguna composición ya que todas tienen su encanto especial y atrapan casi desde primera audición. Si te gustan canciones como “One by One”, “Victory” o “Adrenaline” es imposible que a “Rise”, “Rock Your Body”, “Dangerous Ground” o “Come Clean”, las consideres como un simple relleno y la lista de temas estupendos sigue y sigue. Sonando un poco más contundentes y aguerridos, para nada se pierde esa magia y esencia melódica que ha sido una constante en la carrera de una agrupación que, a pesar de cambios en su alineación y una suerte comercial algo esquiva por el momento que el negocio musical transita, merece un reconocimiento mayor al que actualmente ostenta.
La edición de “H.E.A.T II” se presentó casi como un nuevo reto que el grupo debía superar ya que su anterior trabajo “Into The Great Unknonwn”, sin ser un álbum deplorable, ciertamente no sedujo a sus seguidores como era esperable. ¿Retorno, revancha, resurrección, regreso?. Que cada uno lo califique como crea conveniente, lo que está más que claro es que H.E.A.T. ha logrado superar de manera excepcional el escollo y para pruebas basta con prestarle un poco de atención al que sin dudas será uno de los mejores discos del 2020.
Discografía:
“Heat”, “Freedom Rock”, “Adress The Nation”, “Tearing Down The Walls”, “Live In London” (directo), “Into The Great Unknonwn” “Live At Sweden Rock Festival” (directo) y “H.E.A.T. II”